viernes, 31 de agosto de 2012

Premio Adorno 2012 II (y la polémica)








A continuación se presenta la respuesta de Judith Butler al artículo publicado por The Jerusalem Post a propósito de la entrega del Premio Adorno 2012 a la filósofa. En este artículo se despejan las dudas sobre la relación de Butler con el judaísmo, Hamas y Hezbollah.  

Para leer el artículo del The Jerulamen Post:

http://judithbutlerenespanol.blogspot.com/2012/08/premio-adorno-2012-i-y-la-polemica.html




Respuesta de Judith Butler al Post de Jerusalem


The Post de Jesrusalem  recientemente publicó un artículo divulgando la oposición de algunas organizaciones  a la entrega del Premio  Adorno  a mi persona, un premio otorgado cada tres años a quienes trabajan en la tradición de teoría crítica. Las acusaciones contra mí consisten en el apoyo a Hamas y Hezbollah (que no es verdadero), al apoyo a las BDS (parcialmente verdadero), y al hecho que soy antisemita (evidentemente falso). No debería estar muy sorprendida sobre quienes se oponen a mi distinción con el Premio Adorno buscarán un recurso tan grosero e infundado para validar sus puntos de vista. Yo soy una estudiosa que se  introdujo a la la filosofía por el pensamiento judío, y me concibo en la defensa y en la continuación de una tradición de la ética judía que incluye figuras como Martin Buber y Hanna Arendt. Recibí una educación judía en Cleveland, Ohio en el Templo bajo la tutela de Rabino Daniel Silver donde  desarrollé fuertes opiniones éticas sobre la base del pensamiento judío filosófico.  Aprendí, y vine para aceptar, que los otros nos apelen, y por nosotros mismos, responder al sufrimiento y pedir su alivio. Para hacer esto, tenemos que oír la llamada, hay que buscar los recursos para responder, algunas veces sufriendo las consecuencias por hablar claro. Me enseñaron en cada paso de mi educación judía que no es aceptable quedarse en silencio ante la injusticia. Tal prescripción  tiene una dificultad, ya que esta no nos dice exactamente cuando y como hablar, o como hablar en un camino que no produzca una nueva injusticia, o hablar en una vía que sea oída y entendida de una buena manera.  Mi posición actual no es oída por estos detractores, y quizás eso no debiera sorprenderme, ya que su táctica es destruir las condiciones de escucha.


Estudié  filosofía en la Universidad Yale y seguí considerando las problemáticas de la ética judía en todos los campos de mi educación. Aún estoy agradecida por aquellos recursos éticos, por la formación adquirida, la que todavía me ayuda. Es falso, absurdo, y doloroso para alguien argumentar que los que formulan una crítica del Estado de Israel son antisemitas o, en el caso de ser judío, fomentan  el odio a sí mismos. Tales acusaciones buscan demonizar a la persona que articula un punto de vista crítico y así, descalificar una perspectiva por adelantado. Esta es una táctica para silenciar: esta persona es indescriptible, e independientemente de lo que hable, debe ser acallada por adelantado o mal entendida, de tal modo de negar  la validez del acto discursivo. Las acusaciones rechazan las opiniones, discuten su validez consideran sus formas de evidencia. La acusación no es sólo un ataque sobre las personas que sostienen opiniones sobre algún hallazgo desagradable, en un contexto de un intercambio razonable, sobre la posibilidad misma de escuchar  y hablar en un contexto donde uno en realidad podría considerar lo que el otro tiene que decir. Cuando un conjunto de judíos etiqueta otro conjunto de judíos "antisemitas", ellos tratan de monopolizar el derecho de hablar en nombre de los judíos.  Así, la imputación de antisemitismo es en realidad una cubierta para una pelea interjudía.



En los Estados Unidos, yo he sido alertada por un número de judíos quienes, consternados por la política israelí, incluyendo la ocupación, las prácticas de detención indefinida, el bombardeo de poblaciones palestinas en la Franja de Gaza, procuran rechazar su Judicidad. Ellos cometen el error de pensar que el Estado de Israel representa la Judicidad en nuestra época, y que si uno se identifica como un judío, uno debe apoyar a Israel y sus acciones. Aún así, siempre hubo tradiciones judías que se oponen la violencia estatal, que afirman la cohabitación multicultural, y defiende los principios de igualdad, sin embargo esta tradición ética es olvidada o puesta al margen cuando aceptamos a Israel como la base de identificación de valores judíos. Así, por un lado, los judíos que son críticos de Israel piensan quizás que ellos no pueden ser judíos de Israel porque el territorio representa su Judicidad; y por otra parte, los que procuran vencer a los que critican a Israel comparan la Judicidad con Israel  conduciendo a la conclusión que el crítico debe ser antisemítico o, de ser judío, profesa el odio a sí mismo. Mis esfuerzos académicos y públicos han sido dirigidos para salir de esta trampa. A mi entender, hay fuertes tradiciones judías, e incluso  tradiciones sionistas donde cohabitan valores que permiten oponerse a la violencia en todas sus formas, incluso la violencia estatal. Lo esencial de estas tradiciones  y lo que debe ser valorado actualmente, es  representar los valores de la diáspora, las luchas por la justicia social y los más importante dentro de los valores judíos “reparar el mundo” ("Tikkun")

Esta claro para mí que las ideas se agiten cuando se tocan estos temas, nacen discusiones y se hace dificultosa la capacidad de oír. Las palabras son sacadas de contexo, su significado deformado, etiquetado. Esto le pasa a muchas personas cuando dan visiones críticas sobre Israel, ellos son tildados de antisemitas o, aún más como simpatizantes del nacionalismo: estas formas de acusación se construyen para establecer formas duraderas y perjudiciales de estigmatización y demonización. Se objetivan a las personas tomando las palabras fuera de contexto, invirtiendo su significado al individuo, en efecto se anulan las opiniones de aquella persona sin el respeto al contenido de aquellas ponencias. Para los que somos descendientes de judíos europeos (la familia de mi abuela fue destruida en un pequeño pueblo en el sur de Budapest) que fueron muertos en el genocidio Nazi, este es el insulto más doloroso e hiriente por ser llamada cómplice del odio hacia los judíos o ser llamada como una persona que se odia a sí misma.   Y es aún más difícil aguantar el dolor de tal afirmación cuando se pretende afirmar que lo más valioso en el Judaísmo es pensar en la ética contemporánea, incluyendo la relación ética con los despojados de la tierra y los derechos de autodeterminación, a los que procuran guardar la memoria viva de su opresión, a los que procuran vivir una vida que deber vivible, y digna de ser llorada. Afirmo que estos valores provienen de importantes fuentes judías lo que no quiere decir que ellos sólo son sacados del judaísmo. Pero para mí, considerando la historia de la cual surjo, lo más importante como judía es hablar claro contra la injusticia y luchar contra todas las formas de racismo. Esto no me transforma en una judía que se odia a sí misma. Eso me hace alguien que desea afirmar un judaísmo que no esté identificado con la violencia estatal.






Mis comentarios sobre Hamas y Hezbollah han sido sacados de contexto y deforman mis opiniones reconocidas y establecidas. Yo siempre he estado a favor de la acción política no violenta, y coherentemente a este principio he caracterizado mis opiniones. En una conferencia académica hace unos años un asistente me preguntó si pensaba que Hamas y Hezbollah pertenecían " a una izquierda global " y contesté a través de dos puntos. Mi primer punto era simplemente descriptivo: aquellas organizaciones políticas se definen como anti-imperialistas, y el anti-imperialismo es una característica de la izquierda global, sobre esa base uno podría pensar que dichas organizaciones son parte de la izquierda mundial. Mi segundo punto era entonces crítico: como con cualquier grupo de izquierda, uno tiene que decidir si uno está con ese  grupo o en contra de aquel grupo, es decir uno tiene que evaluar críticamente su apoyo. No acepto o adhiero a  todos los grupos de la izquierda mundial. De hecho,  estos comentarios siguieron en una conferencia que di esa tarde y que acentuó la importancia del luto público y las prácticas políticas de no violencia, un principio que elaboro y defiendo en tres de mis libros recientes: Vida Precaria, Marcos de Guerra, y Caminos que se Separan. He sido entrevistada sobre mis opiniones sobre las políticas no violentas por Guernica y otros diarios en línea, y aquellas publicaciones son fáciles de encontrar. De hecho, los miembros de la izquierda que apoyan  las formas de resistencia violenta  a veces se burlan de mí dado que opinan que no entiendo dichas prácticas. Es verdadero: No adhiero a las prácticas de resistencia violenta y tampoco adhiero a la violencia estatal, no puedo, y nunca podré. Esta opinión, tal vez que haga más naif que peligrosa pero es mi opinión. Así me parece absurdo que mis comentarios fueran tomados para entender que yo apoyo o adhiero a Hamas y Hezbollah!. Nunca he adoptado una postura sobre ninguna organización, tal como nunca he apoyado a cada una de las organizaciones que son posiblemente parte de la izquierda global- no soy incondicional de las organizaciones de la izquierda mundial. Decir que aquellas organizaciones pertenecen a la izquierda no significa que ellos deberían pertenecer, o que adhiero o los apoyo de modo alguno.

Dos puntos más. Yo apoyo el Movimiento Boicoteo, la Desinversión y  de Sanciones de un modo muy específico. Rechazo algunas versiones y acepto otras. Para mí, BDS quiere decir que me opongo inversiones en las empresas que hacen en equipo militar cuyo objetivo exclusivo es de destruir  hogares. No acepto ninguna versión de BDS que discrimina contra los individuos sobre la base de su ciudadanía nacional, y mantengo relaciones fuertes y colaborativas con muchos académicos israelíes. Puedo adherir a BDS y no adherir a Hamas y Hezbollah porque pienso que BDS es un movimiento cívico-político no violento que procura establecer la igualdad y los derechos de autodeterminación para Palestinos. Mi propia opinión consiste en que los pueblos de aquellas  tierras, judías y palestinas, deben encontrar un modo de vivir juntos sobre la condición de igualdad. Como tantos otros, se requiere de tiempo para que exista un régimen realmente democrático sobre aquellas tierras y la afirmación de los principios de autodeterminación y cohabitación para ambos pueblos, de hecho, para todos los pueblos. Mi deseo, como el deseo de un número creciente de judíos y no judíos, consiste en que la ocupación termine, que la violencia de todas las clases cese, y que los derechos políticos  sustanciales de todas las personas en aquella tierra pueda ser asegurada por una nueva estructura política.

Últimos dos puntos : El grupo que patrocina esta la campaña contra la entrega del Premio Adorno  son  los Estudiosos para la Paz en el Oriente Medio, un nombre poco apropiado a los que califican en su sitio web que "el Islam" es  " intrínsecamente una religión antisemita. Este grupo no es, como Jerusalem Post dice en su artículo, un gran grupo de eruditos judíos en Alemania, sino es una organización internacional con una base en Australia y California. Ellos son una organización de derecha y forman parte de una guerra intrajudía. Su ex consejero Gerald Steinberg es conocido por atacar organizaciones de derechos humanos en Israel así como Amnistía Internacional y el Human Rights Watch . Su buena voluntad de incluir las faltas israelíes a los derechos humanos al parece también lo hace elegible para la etiquetarlo de “antisemita”

Por último, no soy un instrumento de ninguna "organización no gubernamental": Soy parte del consejo consultivo de la Voz judía para la Paz, y miembro de Sinagoga Kehillah en Oakland, California, y  parte del comité ejecutivo de la Facultad para la Paz Palestino-israelí en Estados Unidos y del Teatro Jenin en Palestina. Mis opiniones políticas se han extendido sobre un muchos  asuntos, y no han sido restringidas al Oriente Medio o al Estado Israel. Es cierto, he escrito sobre la violencia y la injusticia en otras partes del mundo, enfocando principalmente con guerras emprendidas por los Estados Unidos. También he escrito sobre la violencia contra las personas transgénero en Turquía, la violencia psiquiátrica, la tortura en Guantánamo, y sobre la violencia de la policía contra manifestantes pacíficos en Estados Unidos, para citar  unos cuantos. También he escrito contra el antisemitismo en Alemania y contra la discriminación racial en los Estados Unidos.

Traducción: Paloma Ahumada


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